Una nueva tendencia de TikTokers fomenta evitar los gastos impulsivos. Y es que aunque parezca paradójico, empiezan haber usuarios de grandes comunidades en redes que promueven este tipo de modus vivendi también conocido como el “deinfluencing”. El nuevo trend se caracteriza y llama la atención por ir en contra de lo que hacen la mayoría de influencers, quienes de normal animan a la gente a consumir, enseñando en redes productos que pueden llegar a encajar en la vida de otras personas ya en manos de usuarios normales y corrientes.
Desde hace ya unos años, las redes sociales han representado una gran expansión para cantidad de negocios. De hecho, se calcula que el marketing de influencers movió durante el 2022 alrededor de 17.000 millones de dólares siendo TikTok e Instagram las redes más potentes para captar potenciales consumidores. Asimismo, según un reciente estudio publicado en ABC Tecnología, se calcula que el 55% de usuarios en TikTok (y por ende, mayoría de ellos, menores de edad), realizan siempre una compra después de ver una marca o producto en la plataforma. Muchas creadoras de contenido señalan que las mujeres tienen más difícil el hecho de abstenerse al consumismo, ya que afirman que la presión estética y social en el género es mayor, hecho que también suma a la reciente y nueva tendencia.
No obstante, los profesionales del sector tienen dudas sobre si este camino beneficiará a medio-largo plazo a los creadores de contenido si su propósito es seguir viviendo de las redes. Marisa Oliver, CEO de Hamelin Agency opina como pionera del sector: «Me parece contenido muy interesante y útil como usuaria, pero no creo que sea el camino más correcto que puedes seguir si estás metido en redes sociales» … «ningún anunciante va a querer apostar por creadores que hablan mal de productos, aunque sean de la competencia». Y es que el desinterés por parte de las empresas ante estos perfiles es algo evidente, a no ser que se busquen colaboraciones excepcionales para determinadas organizaciones y/o marcas.